¿Cuáles son los principales motivos por los que acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Todo particular, trabajador autónomo puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad (LSO) si cumple dos requisitos básicos:
Demostrar que no es capaz de pagar sus deudas
Acreditar que en todo momento ha actuado de buena fe
Las crisis económicas por las que ha pasado y está pasando el país siguen golpeando a gran cantidad de familias que ven como sus negocios no funcionan todo lo bien que ellos esperaban, llenándose de deudas difíciles de hacer frente. Para llegar a fin de mes tienen que recurrir a renegociar sus hipotecas, a solicitar préstamos personales e incluso a pedir dinero a entidades bancarias con un elevado coste de crédito.
Esta situación lleva a la ruina a muchos hogares que ven que no pueden afrontar las deudas contraídas con los bancos o entidades financieras.
La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo que tiene como objetivo el permitir que una persona física o autónomo después de un fracaso económico, empresarial o personal disponga de una segunda oportunidad en la que poder rehacer su vida sin necesidad de tener que arrastrar una losa de deudas de manera indefinida, las cuáles difícilmente podría satisfacer a lo largo de toda su vida.
Hasta el pasado día 2 de julio del 2019 todos los créditos públicos quedaban excluidos de la Ley de la Segunda Oportunidad. Es a partir de entonces cuando quedan ampliados los tipos de deudas que podían cancelarse con la aplicación de la Ley gracias a una sentencia del Tribunal Supremo, en la que sentenciaba que debían de ser incluidos en la Ley de la Segunda Oportunidad.
El fallo otorga la capacidad a los tribunales de exonerar en algunos casos hasta un 70% de las deudas con Hacienda y Seguridad Social y de ordenar, limitar y cuantificar el fraccionado de los pagos del resto de la deuda.
La LSO puede salvar a muchas personas que se encuentran en situación de quiebra económica. Permite que una persona física o autónoma pueda acogerse a un proceso muy similar al que pueden acogerse las empresas cuando estas cierran por quiebra.
Esta Ley permite renegociar la manera en que las deudas van a ser devueltas, para que la persona deudora sea capaz de hacer frente a los gastos para poder vivir. Si no existe acuerdo el juez podría cancelarla o exonerar de la misma al deudor a través del BEPI o Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho.
Para poder acogerse a la Ley es fundamental que el trabajador o particular cumpla una serie de condiciones esenciales:
- La persona que se encuentre en situación de quiebra y desee acabar con sus deudas debe de demostrar que todos sus bienes o patrimonio han sido liquidados en el concurso, que no tiene ni dinero ni activos suficientes para poder hacer frente a las exigencias de los deudores.
- Antes de iniciar el concurso es preciso haber intentado alcanzar un acuerdo sobre la deuda.
- El deudor no ha debido de provocar la situación de insolvencia de manera voluntaria para poder acogerse a la ley.
- No ha debido de cometer delitos de tipo económico de ningún tipo.
- Tampoco haber rechazado una oferta de trabajo dentro de los 4 años anteriores a la declaración de concurso adecuada a su capacidad.
Debe de quedar bien claro que toda persona que intente ocultar parte de los bienes para poder acogerse a esta Ley, no estaría actuando de manera legal.
La Ley de la Segunda Oportunidad ofrece una gran oportunidad a aquellas personas que se encuentran en situación de quiebra, ahogadas por las deudas a poder rehacer sus vidas sin necesidad de soportar esa dura losa económica difícil de satisfacer.